Una semana después de la muerte de Yukari, Kōichi almuerza con Sanae le pregunta sobre lo que piensa de Mei y de la historia de hace 26 años. Después, se encuentra con otro compañero de clase llamado Ayano, que logra salvar cuando son casi aplastados por una lámina que cae de vidrio. Ella enseguida empieza a llorar y a gritar que ella no quiere morir. Kōichi una vez más se dirige a la tienda de muñecas para ver a Mei, pero ella se rehúsa a decirle el resto de la historia. Sanae al día siguiente le habla a Kōichi sobre si realmente existe Mei o no, cuando están hablando el elevador del hospital en el que ella iba cae y muere aplastada.